Si hace dos años me hubieran dicho que iba a coser abalorios sobre tela, que luego se convertirían en bonitos complementos de bisutería, habría contestado de manera despectiva... ¡sí, claro!.
Os cuento esto porque, aunque me han gustado todo tipo de manualidades y artesanías, hay muchas cosas que, por su complejidad o destreza, nunca llegaré, ni tan siquiera, probar a hacer; y entre ellas tenía la creencia que esta era una.
Nunca me ha gustado coser, no sé porque, pero me agobio, me pone nerviosa... si tengo que hacerme algún arreglo en una prenda... lo voy dejando, y lo dejo y lo dejo, hasta que no tengo mas remedio que terminarlo. Eso sí, yo muy hacendosa, como no sabía nada de costura, me apunté a clases de corte y confección, pero claro, al tiempo lo dejé, porque lo que no gusta... cansa. Y sin embargo, ahora, ya me veis, no suelto la aguja "pa ná"... jajaja.
"¿Y porqué me suelta este rollo?", os estaréis preguntando. Pues sencillamente para llegar a la siguiente conclusión:... "¡las vueltas que da la vida!".
Como siempre os agradezco que me visitéis, aunque solo sea por un ratito y dejéis vuestros comentarios... abrazos y hasta la próxima!!.