Verde, ¿esmeralda o esperanza?

Hace pocos días escuché en la radio contar el origen del dicho: "la esperanza es lo último que se pierde", que, por cierto, no conocía y es muy curioso.
Para conocer su procedencia nos tenemos que ir a la mitología griega y a la tan nombrada caja de Pandora.
Resulta que un tal Prometeo robó el fuego a los Dioses para entregarlo a los hombres y que los Dioses, en su enfado y como castigo, crearon a Pandora, una mujer muy bella, que envían a casa de Prometeo y que acaba casándose con Epimeteo, el hermano de este. En casa de Prometeo había una caja donde estaban guardados todos los males que podían perjudicar a los humanos, y como Pandora era tremendamente curiosa, abre la caja y deja salir todos esos males. Así al intentar cerrar la caja lo más rápido que puede, evita que salga la esperanza.
Al comunicarle lo sucedido a Prometeo, le dice que lo único que queda en la caja es la esperanza, y por lo tanto, lo último que se podía perder. De ahí el dicho, al que hacemos alusión cuando nos queremos dar ánimo para afrontar una situación complicada, como esta que nos ha tocado vivir... Y tú, ¿conocías el relato?.
Pendientes realizados con técnica soutache en verde esmeralda y dorado, espero que os gusten.

Nácar

La pasada semana me venció la apatía y el desánimo. Quizás por las cervicales, que ya sabéis, son el enemigo nº 1 de nuestra afición; quizás la primavera, que mi cuerpo no tolera muy bien... en fin, varias cosas, que sumado a la situación que estamos sufriendo, hicieron que pudiera la desgana y no publicara nada.
Pero esta semana la situación ha cambiado, y ya restablecida física y mentalmente, aquí vuelvo al ataque con una nueva entrada.
Hoy la cosa va de nácar... ¿Conocéis el nácar?.
El nácar surge de forma natural dentro del caparazón de algunos moluscos, y su aspecto es mayoritariamente blanco, brillante y con reflejos irisados. En joyería, el nácar es apreciado por aportar elegancia, sofisticación, frescura, y... que mas voy a decir yo del nácar, pues... ¡que me encanta!

Soutacheando

Y aquí sigo, trabajando con el soutache, bueno, mas bien, aprendiendo a manejarlo. Pese a todas las circunstancias que nos rodean, estoy disfrutando mucho de este tiempo de aprendizaje, que quizás en mi vida "normal", vamos a llamarlo así, no hubiera tenido.
En esta ocasión, he elegido los tonos corales como protagonistas, con un pequeño toque dorado que le aporta ese punto elegante, que siempre intento darle a mis creaciones.

Azul cielo

En el anhelo por volver a contemplar un espléndido cielo azul, nace la idea de estos pendientes y, de paso, autoconvencerme que "detrás de las nubes, el cielo siempre es azul".

Ahora que tengo mas tiempo libre para aprovechar, estoy en la tarea de perfeccionar la técnica del soutache, del que os he hablado en alguna ocasión. No me resulta fácil, pero estoy "emperrada" en conseguirlo y dedico varias horas del día en ver tutoriales y recopilar información. Es algo que me tiene ilusionada y muy entretenida... Y vosotr@s, ¿en qué estáis aprovechando este tiempo?.